Nos enamoramos una sola vez en la vida. El resto de nuestros días, los perdemos buscando a alguien con quien volver a sentir lo mismo.

«No sé porqué, pero me ha dado un ataque de echarte de menos. Ven, ven ya. Ven conmigo, te necesito. Quiero dormir contigo hoy, necesito dormir contigo. Abrazarte muy, muy fuerte, eso necesito. Me he dado cuenta de que solo me pongo así cuando tengo que pensar, cuando algo me preocupa. Parece que si pienso contigo al lado siento que va a ir bien. No sé, es una chorrada, pero es así».

Tenemos la mala costumbre de querer a medias, de no mostrar lo que sentimos a los que están cerca. Tenemos la mala costumbre de echar en falta lo que queremos, pero solo cuando lo perdemos es cuando añoramos. Tenemos la mala costumbre de perder el tiempo, buscando tantas metas falsas, tantos falsos sueños, de no apreciar lo que en verdad importa, y solo entonces te das cuenta de cuántas cosas hay que sobran.